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Nechi Bruno

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    1. Duerme todo lo que puedas

    Ahora es un buen momento para que descanses bien y se preparen para las noche y despertares que vivirán en la casa una vez que llegue el bebé. 
    Prioriza tu sueño ahora porque aunque hay bebés que duermen muy bien en las noches desde el inicio, lo cierto es que casi todos los bebés tienen el horario cambiado, es decir, duermen de maravilla durante el día, pero en las noche dan guerra. Posiblemente tu bebé duerma sus 6 a 10 horas, seguidas en la noche, hasta el año de vida. 
    Recuerdo que llevábamos dos semanas durmiendo muy mal con mi primera hija, yo ya no daba más, le pedí a mi esposo que se hiciera cargo porque ya no tenía fuerzas (con los pezones agrietados que la bebé me agarró de chupón, me veía lactando a las 12, a la 1, a las 2... y cuando la ponía en su cuna se volvía a despertar)... 
    Mi esposo la paseo, la acunó, le cambió el pañal y más que lloraba, entonces fue cuando se le ocurrió la "brillante idea" de estrenar un cubo para bañar a los bebés que según saca los gases, pues pensaba ¨serán gases¨ solo que eran las 3:30 de la madrugada... la bebé gritaba y allá fui a ver qué era lo que pasaba pues yo no podía descansar plácidamente como me lo había imaginado. 

    2. Mímate

    Se tu mejor amiga. Se compasiva y comprensiva contigo, a veces no se puede hacer todo en la casa, pero mañana será otro día.

    Regalate un masaje, podrías ir a hacerte las uñas o a que te cuiden del cabello... Planear una "babymoon" podría ser una excelente idea, tipo la luna de miel, pero normalmente en el segundo trimestre cuando ya no hay náuseas y todavía no se siente los malestares del tercer trimestre. Eso lo hicimos en mi primer embarazo por ahí de los 4 meses de embarazo, disfruté de un relajante masaje pre-mamá y disfrutamos juntos en un resort. 

    3. Cuida lo que ves 

    Hay muchas historias de partos por ahí que nos puede predisponer y preocuparnos sin razón. Cada parto es único y lo que le pasó a la vecina de la prima de tu amiga es poco probable que te pase a ti. 

    Así que, llena tu mente con cosas positivas sobre cómo puedes hacer para tener la mejor experiencia posible para ti. Por ejemplo: ejercicios para tus semanas de embarazo, aprende sobre la lactancia o como tener un buen agarre, sobre la dinámica de las contracciones o la respiración durante una contracción. 

    4. Cocina y congela 

    Cocinar con un bebé recién nacido en casa puede ser muy desafiante para la mayoría de mamás. Así que, prepárate para por lo menos para las 2 primeras semanas. Haz doble porción y congela la mitad, puedes almacenar en bolsas ziploc para que no ocupe tanto espacio. 

    Prepara bien aliñada y congela en porciones pequeñas de pollo o  carne molida, de soya si eres vegetariana, para tus platillos de pastas, papas, sopas, arroces... 

    ¡Haz platos únicos y una ensalada! 

    5. Tu plan de parto

    Un plan de parto es una lista de cosas que quieres y cosas que no quieres en tu parto. Se la das a tu acompañante, a tu doctora en tus últimas citas y a las enfermeras en el hospital.

    Divide tus ideas entre: 1. Antes del parto, 2. Durante el parto y 3. Después del parto. Luego haz dos secciones en cada: quiero y no quiero. 

    Por ejemplo: 
    Antes: quiero estar en casa hasta que mis contracciones no me dejen hablar, quiero poder comer y caminar en mis contracciones, no quiero que me pongan suero o epidural. 
    Durante: quiero que dejen el cordón dejar de pulsar, para que la sangre de la placenta le vaya al bebé, y que mi esposo lo corte, no quiero a "observadores" en el cuarto. 
    Después: quiero tener a mi bebé nada más nacer piel con piel para la hora de oro y amamantarlo, no quiero que le bañen en el primer día, no pinches a mi bebé para vacunas, no biberones y chupetes. Algo así, ojalá te sea útil.

    Si haces tu plan de parto, tu acompañante solo necesita asegurarse que lo sigan en la clínica y no tengan que estar preguntándote a ti esas cosas allí y puedas relajarte, disfrutar plenamente ese momento en que tu y tu bebé son los protagonistas. Solo recuerda, nosotras planeamos, pero Dios dispone.

    6. Dedica tiempo a la belleza 

    Ir a que te hagan las uñas o a que te peinen puede ser muy relajante y te prepara para conocer ¡el amor de tu vida! 
    Si necesitas ir con una profesional para que te depile la ingle, ve sin miedo. Agradecerás después cuando veas las fotos o video del parto.

    7. Haz estiramientos 

    Hacer ejercicio regular durante el embarazo es excelente para ti y tu bebé. Caminar 10-20 min después de las comidas te puede ayudar mucho para tu parto. Puedes buscar en youtube o Netflix programas de ejercicios para embarazadas y hacerlos en tu salón, yo hice uno por semanas de embarazo. 

    8. Lee mientras puedes 

    Leer temas sobre el sueño de los bebés, la crianza, la lactancia materna, el culto familiar con bebés u otros tópicos que te sean interesantes puede ser muy desafiante después por tiempo o el cansancio extremo. Así que, lee mientras puedes. 

    9. Mantén la mente abierta 

    Ten en cuenta que hay cosas que vamos aprendiendo sobre la marcha, a su tiempo. La gente te dará consejos y seamos agradecidas por ello, pero luego haces lo que te deje en paz. 
    Cada bebé es único y no viene con un manual.

    10. Crea una playlist para el parto 

    Tener tu música descargada puede ser una buena idea para las horas de hospital. Yo no lo hice y pedí a mi querido esposo que me pusiera "Arautos do Rei- Aqui chegamos pela fé" mientras estaba con contracciones muy fuerte y seguidas, metida en una bañera con agua calentita en el hospital y la publicidad en youtube me fue muy fastidiosa en aquel momento. Bueno, como te imaginarás ya no quise más música.

    11. Acepta ayuda 

    La mayoría de nosotras las latinas tenemos la idea de que tenemos que poder con todo y que si alguien viene a nuestra casa es para que le atendamos y le demos atención. Cuando la gente se ofrece para ayudarnos muchas veces no sabemos con qué necesitamos ayuda. Así que, haz una lista y cuando alguien te diga: si necesitas algo me dejas saber... le puedas decir, sí gracias, necesito ayuda con la compra semanal aquí está la lista de lo que necesito y el dinero, o si pudieras lavar los platos, o doblar la ropa, o que me cuides al bebé un momento mientras me baño o me duermo unos 20 minutos por favor. 

    Una hermana muy querida me hizo esa pregunta un día que vino a mi casa. Necesitas algo? en aquel momento vi la luz y le dije: una taza de té por favor y podría bajar al basement y poner mi ropa a la secadora por favor? Eso fue maravilloso para mí, pues llevaba todo el bendito día con ese ruido mental: tengo que volver y poner la ropa a secar, pero entonces mi bebé me necesitaba o mi niña de 2 años... entre tomas, cambios de pañales y mucho limpiar tras la mayor que estaba aprendiendo a comer sola y a ir al baño, bueno, yo estaba agotada y me vino muy bien la ayuda.

    12. ¡Dormir! 

    Hazlo mientras puedes. Vale la pena mencionarlo otra vez. 
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    La diferencia entre cuidar niños para alguien y tener a sus propios hijos, es que, las personas normalmente trabajan por horas, pero los padres trabajan por años. Para algunos cuidar a un bebé por 60 minutos ¡es más que suficiente! otros podrían hacerlo por un día, pero tener a su propio bebé significa que ya no tiene la opción de trabajar por horas. De hecho, cuidar a un bebé recién nacido es un trabajo de más de 24 horas - es un trabajo de 48 horas al día.

    ¡Imposible! ¿Cómo puede el cuidado de un bebé tomar más horas de las que hay en un día?

    Cuidar a un recién nacido es trabajo de más de una persona. Es mejor hacerlo con dos personas ayudando a suplir las necesidades del bebé. Dos personas, tiempo completo - quiere decir ¡48 horas de cuidado de bebé!

    ¿Por qué toman tanto tiempo los bebés?

    Ellos lloran para decirte que quieren ser cargados, mimados, volteados, alimentados, cambiados, eruptados, mecidos, cubiertos, vestidos, desvestidos, bañados, envueltos, masajeados o hablados.

    El problema es que los nuevos papás aún no saben identificar cada llanto y lo que quiere decir cada uno. Toma tiempo aprenderlo. Lo mejor es ver que nuestro bebé necesita algo con sus señales tempranas, por ejemplo: busca con la boquita abierta como un radar o se chupa los puños (quiere mamar), se rasca las orejas o frota los ojos (quiere dormir), aletea las piernas o muestra incomodidad en el culete (posiblemente quiere un cambio de pañal)... Cuando atendemos a esas señales tempranas muchas veces evitamos que llegue al llanto desesperado y la frustración en los bebés.

    Es necesario saber que el llanto es una señal Tardía. Después que empieza el llanto, empiezas de la lista para abajo: Cargando, abrazando, volteando, alimentando, eructando, cambiando... es agotador. Además, muchos padres tienen más cosas que hacer que cuidar del bebé. Cocinar, lavar, limpiar, tal vez un trabajo fuera, estudios o quizás uno o más niños mayores con sus propias necesidades y demandas.

     Sí este nuevo proceso la está dejando agotada, trate lo siguiente:


    1. Duerma cuando su bebé duerme -  o  por lo menos relájese. Usted necesita ponerse al día en sueño después de tener  su noche interrumpida un número de veces por un bebé que llora. Añádele a la ecuación el trabajo de amamantar, y no es de extrañar que necesite todo el sueño que le sea posible conseguir.


    1. Cuando está tratando de tomar una siesta, desenchufa el teléfono y pon un aviso en la puerta que diga: “No disturbar”.


    1. Traté de arreglar que le ayuden a cuidar al niño y a limpiar la casa los primeros meses del bebé hasta que regrese a una rutina que pueda manejar.


    1. No sea orgulloso para aceptar ofertas de ayuda o para pedir ayuda si nadie ofrece. Los mejores padres no crían hijos solos. Ellos tienen un sistema de apoyo: familia, amigos, vecinos o miembros de iglesia quiénes tienen la voluntad para ayudar. A menudo debes dejarles saber que son necesitados. ¡No es una señal de debilidad sino más bien una señal de sentido común y honestidad!


    1. Haga solo lo que es absolutamente esencial. Muchos nuevos padres, especialmente aquellos  que toman licencia de maternidad, tienen una lista de proyectos que completar durante su “tiempo libre” o tal vez quieran alistar su casa para que los abuelos visiten. Deje los proyectos grandes para más tarde. Ahora su bebé necesita que esté lo más relajada, feliz y descansada posible. 


    1. Prepare comidas simples. Haga suficiente para dos comidas, y congela una, o una olla grande de sopa. No hay que cocinar  todo desde cero. Está bien optar por la conveniencia mientras se acostumbra a la nueva rutina. 


    1. No trate de entretener amistades. Si sus amigos vienen a visitar, no sienta que tiene que ofrecerles comida o bebida. Si el bebé está dormido, no piense que tiene que despertarlo para enseñarselo. Y si la visita se queda mucho tiempo, usted debe ser franca y decirle: estoy cansada y debo dormir un poco, o la bebé necesita comer. Voy a tener que excusarme por más o menos una hora a ver si puedo dormir al bebé y yo tomar una siesta. O simplemente admita “Necesito un poco de tiempo a solas; espero no se moleste en irse. Podemos visitar otro día cuando yo me sienta mejor”.


    1. Comparta el cuidado del bebé con otras personas. Los bebés necesitan tanto al padre como a la madre. Aparte de amamentar, en realidad no importa quién cuida al bebé. El cuidado de los bebés no es solo un trabajo de las mujeres. Una mujer que piensa que el bebé es primeramente su responsabilidad, está robando a su esposo el gozo de desarrollar los lazos humanos que vienen de criar una hija o hijo pequeño desde su nacimiento, para algunos hombres el cuidado del bebé no les sale naturalmente, pero esa no es excusa. Se puede aprender. 


    El cuidado del bebé toma 48 horas al día, pero no se desanime. Si usted dobla las horas le garantizo que su sentido de gratificación personal aumentará por un trabajo bien hecho ;)

    Aprovecho para invitarle a compartir algo que le haya funcionado o de su experiencia personal en el cuidado del bebé.
    Fuente: Serie Bienvenido bebé 1-12

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    El proceso del parto es hermoso, pero es agotador. Hermoso por que tienes al bebé, y finalmente ves su pequeño rostro. Puedes contestar algunas de las interrogantes que te preguntabas durante el embarazo... sin embargo, terminas muy cansada. Dar a luz cansa. Además, a la vez que tratas de recuperarte necesitas cuidar al bebé. 

    A la semana de tener a mi primera bebé en brazos, sin apoyo familiar cerca, estábamos drenados físicamente. Tenía un frío en la espalda, aparentemente sin explicación. Los pezones me quemaban y yo lloraba cada vez que daba de comer a mi bebé, ella tenía un poco de frenillo y por eso me prensaba el pezón, me salieron grietas... había tenido desgarre por el parto natural y llevaba 8 puntos en el perineo. 

    Para aquella noche mi esposo era el cocinero y la cena sería pan con hummus. No se me antojaba para nada, pero agradecí la intención.

    Aquel viernes gris, al anochecer, vino Loreta a la casa, mi hermana en Cristo. Madre con experiencia. Nos aconsejó sobre la temperatura de la casa para una parturienta, la posición al sentarme para dar el pecho... se marchó, y luego regresó con un gran recipiente de sabrosa Sopa. Aquella sopa acompañada con su arroz nos devolvió la vida al cuerpo, literalmente estábamos decaídos. Finalmente sentí calor en mis huesos y por eso le pusimos nombre: "Sopa levanta caídos". Jamás se me va a olvidar cómo Jesús me cuidó por medio de Loreta, le estoy muy agradecida.

    Impacto de la sopa posparto

    Ser madre nos ayuda a crecer en diferentes áreas de la vida; aprender, ver cosas que antes no veías, eso también me pasó  a mí. Ahora veo con otros ojos a una madre primeriza. 

    Cuando una amiga tuvo a su bebé tuve la oportunidad de hacerle algo parecido y le hice una sopa, se la mandé acompañada con mi pan brasileño. Sus palabras fueron "¡por fin alguien se acordó de nosotros!¨ me emocioné por que sabía lo que ella estaba sintiendo. 

    Observé que mi amiga también se sintió impresionada con la sopa posparto, y ahora busca oportunidad de enviar una sopa a otras damas. Incluso me envió comida cada sábado durante toda mi cuarentena posparto de mi segunda bebé. Me ayudó muchísimo tener algo listo para mi familia comer ya que con dos bebés mamando el tiempo vuela por aquí. 

    Una de mis vecinas recientemente tuvo a su bebé. nació de 7 meses. Su bebé estuvo en la incubadora por varias semanas (sabía que era doblemente difícil para ellos esa situación porque hacía más o menos un año habían perdido a sus mellizos en circunstancia similar). Mi vecina se pasaba 5 horas en el hospital cada día y se sacaba leche para que se la dieran cuando ella no estaba... Le hice una sopa y le llevamos también una canasta de frutas, que pudiera comer con una sola mano, bolsitas de frutos secos, uvas pasas... (después recibí una linda tarjeta diciendo lo mucho que la ayudó tener algo listo para llevar en sus idas y venidas al hospital). 

    Proyecto de Compasión

    El proyecto de compasión lo hicimos para Rachel ¨mi vecina¨, yo estaba en mi cuarentena posparto, pero me sentí motivada a hablar con mis otras vecinas y así echarle una mano a esa madre ¨primeriza¨ en dificultad.

    El proyecto duró 6 semanas. 

    Cada semana una vecina le cocinaba 1 comida para ellos. La podía hacer cualquier día de su semana. Para la comida o cena. El platillo de su elección, de preferencia que no tuviera mucha grasa ni mucha sal.

    Pregunté a mis vecinas qué semana elegían para participar, y se apuntaban con su nombre y teléfono delante de la semana de su preferencia. El calendario fue algo así:

    Semana 1 (del 1 al 7) :  nombre y teléfono 

    Semana 2 (del 8 al 14):  nombre y teléfono

    Semana 3 (del 15 al 21): nombre y teléfono

    Semana 4 (del 22 al 28):  nombre y teléfono

    Semana 5 (del 29 al 04): nombre y teléfono

    Semana 6 (del 05 al 12): nombre y teléfono

    En su semana las llamaba o enviaba un texto para recordarles. Una vecina les hizo un postre para cada semana, fue un detalle muy bonito y sabroso, hasta yo fui bendecida con un chocoflan delicioso.

    Al finalizar el proyecto de compasión, mi esposo y yo, les preparamos unas bolsitas con un libro, el conflicto de los siglos y una tarjeta de agradecimiento por su apoyo y disposición a ayudar a una madre lactante ¨mi vecina¨.

    Las participantes en ese proyecto experimentamos una conexión y empatía más profunda unas con otras en mi vecindario.

    Agradecida estoy por la sopa posparto ¨levanta caídos¨ pues me abrió los ojos para ver lo bien que sienta tener un plato de sopa caliente y nutritiva lista para comer, cuando quizás tengas cinco minutos libre antes de que el bebé reclame nuevamente atención a su madre.

    Y cuando tengo algo de tiempo extra creo listas de mis regalos favoritos, así me cambió la maternidad. 

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    Nuestro bebé lleva un ritmo, lo vamos conociendo, ya tiene quizás unos horarios que sabemos querrá comer, dormir... y de pronto todo cambia: llora, se estira, suelta y agarra el pecho. Parece que nos rechaza. Lo que está pasando en una crisis o brote de crecimiento y conocerlas nos ayuda a estar más consciente de ello y a entender mejor al bebé y así no tirar la toalla con la lactancia materna.

    La producción de leche materna se regula mediante la demanda del bebé, a más demanda más producción. Sin embargo, hay veces que los bebés no parecen estar satisfechos o incluso parecen estar incómodos mamando y corremos el riesgo de empezar a suplementar con leche artificial.  Personalmente me ayudó mucho tener mi propio banco de leche para echarle mano en ocasiones que estaba en juego mi salud mental, te recomiendo leer 10 pasos para crear tu banco de leche.

    La mayoría de los bebés experimentan esas crisis o brotes de crecimiento, y las podemos predecir, siendo la primera a los 17-20 días de nacido, a las 6-7 semanas de nacido, a los 3 meses, la falsa crisis de lactancia de los 4 meses y ocho meses, al año y a los 2 años. 

    A los 17-20 días de vida

    Los bebés suelen ser bastante regulares los primeros días de vida, suelen comer y dormir en ciclos bastante regulares y previsibles. Llegada la tercera semana de vida los bebés experimentan la primera crisis de demanda y su comportamiento se modifica:

    • Quieren mamar de manera continua, lo que puede traducirse en no soltar el pecho o comer cada 30 minutos.
    • Llorar desesperados si no tiene el pecho en la boca.
    • Regurgitan leche en cantidades considerables pero quieren seguir mamando.

    ¿Qué pasa?

    El bebé necesita aumentar la producción de leche de su madre, la única manera de conseguirlo es mamar sin tregua durante dos o tres de días, consiguiendo así una producción de leche óptima, una vez logrado el objetivo, el niño volverá a hacer tomas más espaciadas y la lactancia retomará su curso más tranquilo de demanda.

    Si el niño ha recuperado el peso del nacimiento (en circunstancias normales, lo recuperan antes de cumplir los 15 días de vida), las deposiciones indican que el bebé está comiendo de manera óptima, la madre puede estar tranquila. Van a ser unos días muy intensos en los que va a necesitar ayuda de su pareja y familiares.

    A las 6-7 semanas de vida

    Hacia el mes y medio de vida, los bebés y sus madres viven la segunda gran crisis de lactancia. De nuevo, el niño necesita más volumen de leche y sabe perfectamente cómo conseguirlo:

    • Incremento de la demanda y del número de tomas
    • Conducta alterada por parte del niño cuando está en el pecho: se pone muy nervioso, mama dando tirones, llora en el pecho, arquea la espalda (con el pezón en la boca), tensa las piernas.

    ¿Qué pasa?

    Al parecer, en este momento también se produce un cambio en la composición de la leche, cuyo sabor varía significativamente y de forma transitoria. La leche tiene un sabor más salado, y a algunos niños no les gusta el cambio. Al igual que en la crisis de los 17 días, una vez normalizada la situación, (lo que puede producirse al cabo de aproximadamente una semana), los niños recuperan el patrón de lactancia anterior a la crisis.

    A los 3 meses

    La llamada “crisis de los 3 meses” es quizá la más “delicada” y compleja, ya que afecta a la madre y al bebé y la situación tarda un mes, aproximadamente, en normalizarse:

    • El bebé ya no pide pecho tan a menudo, algo que la madre puede interpretar de diversas formas: no tiene hambre, no quiere comer o la rechaza.
    • El niño que antes se mostraba encantado de pasar largo rato prendido al pecho hace ahora tomas de escasos minutos.
    • La madre nota los pechos blandos, lo que atribuye a una producción insuficiente de leche.
    • El bebé hace tomas caóticas, en las que se distrae por cualquier cosa y a menudo rompe a llorar al poco rato de haber empezado a mamar.
    • Sólo parece mamar bien y tranquilo cuando está dormido.
    • El bebé engorda menos, lo cual es perfectamente normal a medida que crecen pero puede reforzar la sensación de que pasa hambre.

    ¿Qué pasa?

    Llegados a los tres meses los bebés son expertos en el arte de la succión, y en una toma de escasos minutos pueden extraer toda la leche que necesitan. Se distraen con facilidad con todo literalmente porque hay grandes cambios en su cerebro, así su vista y oído están más refinado. 

     “Mama en 5 minutos o menos, y en ese tiempo se suelta del pecho o se distrae mil veces. Eso sí, por la noche mama de fábula y está mucho rato en cada pecho”.

    Por si fuera poco, la madre nota los pechos extremadamente blandos, tiene la sensación de que apenas produce leche y es posible que haya dejado de notar las subidas de la leche y lo que pasa es que el bebé debe esperar 2 minutos succionando para empezar a salirle leche. Otra combinación de factores que impulsa a las mujeres a dejar el pecho de forma precoz y no deseada.

    Todos los factores que intervienen en la crisis de los tres meses la hacen muy compleja, y si no se conocen los mecanismos por los que se produce ,el resultado es un abandono precoz de la lactancia con la sensación equivocada de falta de leche o de rechazo por parte del bebé.

    Falsas crisis: 4 meses y 8 meses

    Cuando el bebé se muestra más demandante o se despierta más por las noches la lactancia suele ser declarada culpable. Y esto es justo lo que sucede a los 4 y a los 8 meses:

    • 4 meses: Los bebés empiezan a despertar más por la noche, si dormían varias horas de noche seguidas aumenta la demanda de pecho y piden cada dos horas de noche.
    • 8 meses: Se despiertan angustiados, llorando en plena noche, reclaman el pecho y se calman rápidamente al mamar.

    ¿Qué pasa?

    Ninguna de estas dos está relacionada con la producción de leche ni con la lactancia, de hecho el pecho sirve para ayudar al bebé a superar los momentos angustiosos que experimentan.

    A los 4 meses los bebés incorporan fases de sueño que al nacer no tenían. Esto produce que aumenten sus despertares ya que se mantiene más tiempo en un estadio de sueño ligero. Este proceso se confunde con hambre y la madre tiende a pensar que el bebé demanda más pecho por esa razón.

    A los 8 meses los bebés inician la tapa llamada “angustia por separación” donde empiezan a entender que son un ser independiente de su madre, lo que les produce una desazón terrible y creen que van a “perderla” si la pierde de vista. Por las noches despiertan llorando y nervioso quieren tener el pecho en la boca todo el rato para evitar así que su madre desaparezca.

    Ambas situaciones requieren tiempo y maduración por parte del bebé, dejar la lactancia o iniciar la suplementación con leche artificial no resuelve el problema.

    Al año de vida

    Llegar al año de lactancia es todo un éxito y en muchas ocasiones no suele ser nada fácil, ya que las madres se suelen ver sometidas a una presión constante por parte de la sociedad y en ocasiones por los sanitarios; que consideran que el bebé ya es demasiado mayor para seguir mamando y opinan que la lactancia interfiere en su relación con la comida y sugieren de manera errónea que si se les deja de dar el pecho van a comer más, pero no es así. Al llegar al llegar al año y de manera habitual:

    • Los bebés dejan de mostrar interés por los alimentos o comen pequeñas cantidades de ciertos alimentos.
    • Aumentan la demanda del pecho.

    ¿Qué pasa?

    A partir del año de vida los bebés reducen su velocidad de crecimiento lo que se traduce en un descenso de la ingesta de alimentos, aunque no por eso reducen la demanda de pecho o dejan de mamar.

    Eliminar la lactancia para intentar que coman más solamente causa que el niño reciba menos alimento, puesto que a pesar de lo que se cree la leche materna sigue siendo nutritiva y adecuada para los niños a partir del año.

    Cuando la velocidad de crecimiento se incrementa de nuevo, aproximadamente sobre los 15-18 meses, los bebés empiezan a comer con mayor interés adaptándose instintivamente sus necesidades.

    A los dos años de vida

    Las recomendaciones gubernamentales relacionadas con la protección y la promoción de la lactancia materna animan a todas las madres a mantener la lactancia junto con alimentos un mínimo de dos años.

    Cada vez más madres llegan a esta etapa de lactancia y sorprendentemente a los dos años espera la última gran crisis de lactancia:

    • Los niños demandan el pecho de manera continua, con unos requerimientos e intensidad similar a las de un recién nacido.
    • Demandan el pecho de manera nerviosa y a veces inquisitiva.
    • Si la madre les niega el pecho o intenta aplazar la toma el bebé no se lo toma nada bien.

    ¿Qué pasa?

    Se considera que a los dos años los bebés experimentan una etapa de desarrollo similar a las de un adolescente, una etapa centrada en el no y la auto afirmación.

    Son capaces de hacer muchas cosas por sí mismos y se desenvuelven con soltura ante las situaciones diarias, pero a la vez esta independencia les causa muchas inseguridades y la mejor manera de saber que todo va bien es mamar, es pedir el pecho a cada momento.

    Suele durar unos meses, hasta que el bebé adquiere más seguridad en sí mismo, entonces la demanda se normaliza y reduce.

    Consejos para superar las crisis

    • Jamás, bajo ningún concepto, hay que forzar a un niño a mamar ni insistir demasiado para que tome el pecho, puesto que el resultado puede ser justamente el contrario y provocar un rechazo real donde hasta entonces no existía más que una crisis pasajera.
    • Cuando un niño está en plena crisis, puede resultar muy útil darle el pecho en penumbra y en silencio, puesto que cuantos menos estímulos externos haya, más tranquila será la toma.
    • No esperar a que el niño llore para ponérselo el pecho, pues es posible que para entonces su ansiedad se traduzca en desesperación.
    • Paciencia, mucha paciencia. Tal como ha llegado, la crisis se irá.
    Fuente: Alba lactancia.

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    El padre juega un rol muy importante en la lactancia materna, aunque algunas veces y de manera injusta sea trasladado a un plano secundario.

    Entre los cuidados que requiere un recién nacido, la lactancia es uno de los que requiere más tiempo y a veces genera un desgaste físico en la madre. Es cierto que la experiencia de cada mamá es diferente, sin embargo, todas necesitamos ayuda.

    Es en ese momento, en el que el rol del padre es fundamental para ser el apoyo principal de la mamá tanto de día como de noche. En especial las primeras semanas que es cuando el bebé necesita mayor atención y cuidado.

    Cómo puedes ayudar 

    • Aprovecha las oportunidades para llevar a tu bebé en brazos o abrazarlo. Abrazar piel con piel puede ayudar a calmar a tu bebé y ayudarlo a unirse emocionalmente contigo.
    • Bañar al bebé puede ser calmante para ellos, y un bonito tiempo de unión para ambos.
    • Se empático con la mamá, para algunas mujeres la lactancia se dificulta más que para otras, ya sea porque no les sale leche desde el primer momento o porque sienten mucho dolor al dar de lactar, el apoyo del padre en ese momento es fundamental para el estado anímico de la madre.
    • Aprende sobre la lactancia materna, ya sea leyendo sobre el tema o escuchando experiencias. Esto ayudará a la madre en caso de tener algún inconveniente al momento de dar de lactar, ya sabes, dos cabezas piensan mejor que una.
    • Cuando tu pareja esté amamantando, sé su par de manos adicionales, ofrece toda la ayuda que se te ocurra: proveer de almohadas o cojines a la mamá para que se sienta cómoda ella y el bebé, sacar el aire del bebé cuando termina de comer, acostarlo...
    • Papá puede estar al pendiente de que mamá se tome sus vitaminas postnatal y el omega 3, son fundamentales para el balance hormonal. 

    • Papá puede ayudar con las tareas domésticas o la cocina, ya que el dar pecho es una actividad que consume mucho tiempo y muchas madres pueden sentir estrés al estar sentadas dando de lactar y estar pensando todas las cosas que tienen que hacer.
    • La lactancia hará que tu pareja tenga hambre y sed. Puedes ayudar dándole mucha agua, muchas frutas para comer con una mano y verduras.
    • Para las tomas nocturnas, puedes llevar tu bebé a tu pareja en la cama. Cuando acabe, llévalo de nuevo a su cuna. Será de gran ayuda a la mamá.

    Sé paciente, ese tipo de actividades no solo ayudará a la mamá a sentirse más aliviada y apoyada durante este periodo, sino que será parte del desarrollo del vínculo entre papá y bebé.

     

    Fuente: Vitalia salud

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        Hace unos años, en un zoológico de Ohio, nació una gorila que se crió en cautiverio. Ya adulta, se quedó embarazada y tuvo a su cría gorila. Como madre cuidó a su cría lo mejor que supo, pero no fue suficiente porque no supo como amamantarla. Nunca había visto a ninguna mamá gorila dar el pecho y no tenía ninguna noción de que pudiera ser ella quien alimentará a su cría.  Su bebé gorila falleció. 

        Cuando se quedó nuevamente embarazada su cuidador pensó que debía hacer algo para enseñarle a dar el pecho, así que llamó a la Liga de la leche: varias mamás lactates fueron voluntariamente al zoológico a amamantar a sus bebés delante de la gorila embarazada a fin de mostrar cómo se cuida a un bebé recién nacido. Al principio no les hacía mucho caso, pero poco a poco, a medida que se acercaba el parto se fue interesando en lo que hacían. 

        No fue suficiente: cuando nació su segunda cría, empezó a enloquecer, porque de nuevo, no  sabía qué hacer. El cuidador rápido habló a la Liga de la Leche y una madre corrió al zoo para ayudarla. Lentamente, fue haciendo paso a paso lo que la mamá gorila debía hacer para alimentar a su cría: primero puso al bebé contra su pecho, lo puso en la posición idónea en su brazo izquierdo para que pudiera mamar, con su mano derecha sujetó su pecho en forma de  ¨C¨ y orientó el pezón de forma que le rozaba el labio superior para que abriera grande la boca. Una vez que la boca estuvo bien abierta, acercó al bebé en un movimiento rápido de brazo y el bebé empezó a mamar. la gorila la observó paso a paso y empezó a imitarla, hasta que con suspiro de alivio, miró hacia abajo y vió que su cría mamaba de su pecho, por fin lo calmaba y alimentaba.

        Esa historia es conocida en la liga de la Leche y se usa a menudo cuando se quiere explicar que: Los bebés nacen sabiendo mamar, pero las mamás No nacen sabiendo amamantar! Dar el pecho se aprende, aunque todas las mujeres saben de dar el pecho consiste en poner el bebé en el pecho de la madre, es necesario saber mucho más.

    Así son las reuniones de la Liga de la Leche. 

        Desde siempre las mujeres aprendían a dar el pecho con sus abuelas, madres, hermanas, amigas y conocidas, que les explicaban qué se siente dar el pecho, cuán normal es que duela o no duela y cómo solucionar los problemas, etc. Al llegar la revolución Industrial vino también la leche artificial y el biberón; las mujeres empezaron a creer que no eran capaces de amamantar y que la leche artificial era mejor (así se promocionaba) y el saber pasó al personal médico que tampoco sabían mucho y confirmaban las sospechas: "Así es, señora, su hijo pasa hambre, dele biberón¨

        Esas señoras son nuestras madres, aunque muchas sí amamantaron y saben del tema, otras no lo hicieron o lo hicieron por poco tiempo, y no pueden ayudar a las mujeres de hoy a amamantar a sus bebés.

        Por eso, es importante que una embarazada pueda ver a otras madres amamantando (en el supermercado, la iglesia, en distintas reuniones sociales...) y que todos nos hagamos "breastfeeding friendly" "Amigos de la lactancia materna", los bebés se lo agradecerán y sus madres también.

    Fuente. Bebés y más


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    La leche materna es el mejor que le puedes dar a tu bebé sin lugar a duda, sin embargo a veces se hace un poco difícil el inicio, incluso muchas mamás dejan de dar el pecho por esos grandes desafíos que se presentan en las primeras semanas, hasta más o menos los dos meses de vida del bebé. De hecho el periodo de 0 a 3 meses del bebé es conocido como el cuarto trimestre. 

     Los desafíos los podemos categorizar como físicos, mentales y emocionales; de los cuales los desafíos emocionales juegan un papel principal ya que las hormonas del embarazo aún están presente en el cuerpo, el dormir poco y el cansancio extremo nos puede jugar una mala pasada.

    Ventajas del recién nacido:

    1. Duerme bastante entre 16 y 20 horas al día. Cada bebé es distinto así que puede que haga varias  siestas cortas de 20 minutos o duerma por varias horas, realmente no hay como saber eso de antemano. Normalmente si duerme muy bien por la noche no duerme tanto durante el día. 

    2. Su estómago es pequeño, del tamaño de una canica, así que despreocupate tienes leche suficiente; de hecho el calostro es el primer alimento hasta que se te baje la leche entre los 2 a 5 días. El calostro es llamado gotas de oro u oro líquido. El calostro es muy rico en proteínas... le ayuda a su flora del sistema digestivo. Los bebés alimentados con fórmula no disponen de esa ayuda y eso se repercutirá en su vida adulta.

    3. Hacer piel con piel es una gran bendición tanto para mami como para el bebé, así que disfruta pues no será bebé por mucho tiempo. Disfruta su olor y sus miradas. El hacer piel con piel o piel con pelo (en el caso del papá) les favorece al apego emocional y también a su lactancia.


    Desafíos del recién nacido:

    1. El llanto de un bebé en la casa puede estresarnos pues a veces no se sabe que le pasa pues apenas lo estamos conociendo para descifrar lo que nos quiere decir. Hay que tener en cuenta que los bebés se comunican de muchas maneras y en última instancia recurren al llanto. Puede que tenga hambre, frío o calor, que necesite un cambio de pañales, que tenga gases o aire después de comer o simplemente necesita ser apapachado. A veces en el ambiente hay mucha luz o ruido y el bebé está sobre excitado y sería bueno llevarlo a un rincón tranquilo con luz tenue. 

    Una vez recibí ese consejo que lo puse en práctica: ¨cada vez que su bebé llore péguelo al pecho, sin no quiere comer entonces busca otra causa de la molestia¨. Descubrí que un bebé que tiene a su madre y sus pechos siempre disponibles lloran menos, se sienten más seguros, tienen menos gases y reflujo. 


    2. Dormir poco nos deja  muy mal y cuando llevas varias semanas así eso te puede afectar muchísimo así que pide ayuda a tu esposo o familiar para que pueda descansar 20 minutos de siesta diaria y usa la regla (bebé duerme = mamá duerme) lo más que pueda. la casa puede esperar, los trastes y la ropa también, así que prioriza tu descanso. Si estás descansada estarás en mejores condiciones emocional para atender al bebé y esa tranquilidad se la pasas a tu pequeño.

    Dormir poco también impacta tu lactancia ya que cuando duermes aumenta la producción de la hormona prolactina que es la responsable de tu producción de leche.


    3. Purple crying o periodo morado. Es el llanto inexplicable del bebé entre las 2 semanas y los 6 meses. Su pico máximo se da a los 2 meses de vida del bebé. Lo importante aquí es saber que si nuestro bebé está pasando por ese periodo poder ayudarlo de la manera más calmada posible y Nunca sacudirlo porque puede sufrir lesiones en el cerebro o incluso morir. Te dejo un video explicativo. Ver video 

    Estoy segura de que hay otras ventajas y desafíos que no mencioné aquí, pero mi idea es apenas puntuar los puntos que a mí me parecieron más relevantes en mi propia experiencia de madre. 

    Aquí te dejo unos productos que me fueron de gran ayuda al inicio de mi lactancia. 

    Si tienes los pezones doloridos o agrietados e15sa crema es una maravilla y no necesita lavar los pechos para dar de comer al bebé
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    Tip: Además busca corregir el agarre para que no te duela.




    Haz tu banco de leche usando esas bolsas para el almacenamiento de leche materna, así si tienes una emergencia, necesitas complementar o simplemente quieres un descanso tu bebé tiene leche de mamá.     13.88 $



    Esas almohadillas de gel para lactancia son una maravilha, las puedes poner en la nevera y ponerlas en los pezones después de amamantar. ¡Siente el frecor! 7$


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    Es conocido como la hora de oro la primera hora de vida fuera del útero de mamá después del nacimiento. Es un periodo de reencuentro y adaptación en el que ocurre la regulación de la temperatura corporal del bebé, el bebé respira por sí solo por primera vez, se le regulará el azúcar en la sangre, así como la alimentación: la leche materna es considerada la primera vacuna. 
    Toda esa adaptación arriba mencionada es crucial para lograr excelentes resultados a largo plazo, es decir, esa primera hora de oro le repercutirá allá en su vida adulta. 

    Qué hacer en la hora de oro

    Algunas mamás se sienten sobrecogidas por un gran amor por su bebé nada más lo ve, a otras se le tarda un poco más y es perfectamente normal eso. La experiencia del parto puede ser agotadora y quizás por las horas del trabajo de parto, el cansancio, el hambre... te minan las energías, hasta para disfrutar de esos primeros momentos. 

    Lo primero que te aconsejamos hacer es tener a tu bebé piel con piel la primera hora de vida. Eso es muy importante para crear el vínculo mamá-bebé, que se le llama la Hora de Oro para conocerse, mirarse y tener la primera toma del pecho. Si es posible pide que no sean interrumpidos esos momentos. 

    Nació el bebé

    El bebé acaba de nacer, ha hecho un gran esfuerzo. Habéis trabajado juntos mamá y bebé y ahora se merecen un respiro. Pesar al bebé puede esperar, las gotitas a los ojos, test del talón, baño... también pueden esperar. Si no hay una emergencia no hay porque la prisa. Ese es un momento muy especial que no se repetirá jamás. Primero que lo tenga mamá Una hora al bebé, hasta el papá puede esperar para cargarlo.  

    Pide que no pasen a visitas a tu cuarto hasta las 2 horas de nacido, si es que las puedes recibir por el Covid... Los abuelos y demás visitantes pueden esperar.

    Yo tuve mis dos partos de forma natural sin epidural, con una partera en el hospital. Una experiencia muy linda. Con mi primera hija estuve casi dos horas con ella encima piel con piel tranquilamente dando el pecho; ya con mi segunda hija esos primeros momentos fueron más invadidos por el personal médico checando-escuchando su respiración... porque Olivia nació con una vuelta de cordón en el cuello. Gracias a Dios ella estuvo muy bien y cuando vieron que mamaba perfectamente nos dejaron más tranquilas.

    Es una una bendición ser madre y ojalá lo disfrutes o hayas disfrutado al máximo. Ahora tienes a tu pequeño en brazos, ¡Felicidades! Éxito en tu lactancia.

                                  
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    Esposa y madre de dos hermosas niñas: Anabella de 2 años y Olivia Mikaela de 6 meses. " Me encanta poder ayudar a las personas y en este momento de mi vida, la maternidad, la lactancia y la crianza de los hijos son mis grandes áreas de interés.

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